martes, 24 de febrero de 2015

Boda Carla y Juan en Cádiz

Buenas tardes de nuevo, 

Hoy tenemos la suerte de que Carla y Juan hayan compartido su boda con nosotros, esta es su historia, espero que os guste.

Juan y yo nos conocimos hace 5 años, él era el profesor de un curso al que tenía que asistir por el trabajo, fue amor a primera vista.

Desde pequeñita había dicho que yo me iba a casar en Cádiz, donde he veraneado toda la vida, y cuando Juan me lo pidió no lo pensamos dos veces y nos pusimos manos a la obra. También tenía claro como quería mi vestido, Pilar Serra se encargó de hacerlo realidad.
Mi marido, Juan, se hizó su chaqué en Anglomanía.

Nos casamos en Julio y para que la gente aprovechara el viaje hasta allí el viernes organizamos distintos planes. El viernes por la mañana montamos un picnic playero en la punta del boquerón una isla en frente de puerto de Sancti Petri a donde sólo se puede acceder en lancha, por lo que llevamos a todos los invitados para allá junto con la comida, juegos, kayacs, etc un día de playa completo. Por la noche organizamos una cena en un chiringuito en la playa desde el que los invitados pudieron ver las maravillosas puestas de sol de Cádiz y además probar su famoso pescadito frito, la verdad es que la gente venía con muchas ganas de fiesta y la noche se alargo casi hasta la mañana siguiente. 


El sábado se celebró la boda, era a última hora de la tarde en la Iglesia Mayor de Medina Sidonia que está en lo alto del pueblo y después para la cena elegimos la Estancia del Golf, un campo de golf precioso con una casa club de estilo andaluz que se transformo completamente para la boda.

Como siempre, una de las mejores partes de las bodas es el aperitivo y por ello nosotros decidimos hacerlo más largo de lo normal, con música en directo y diferentes puesto temáticos (quesos, jamón ibérico, pescadito, sushi, etc). La cena la hicimos en una carpa completamente abierta en medio del jardín del catering era Alta Cazuela, un referente en la provincia. Los meseros,  invitación, minuta, etc.. los hizo Dibujos para una boda inspirados en las playas de Cádiz. Y el sitting lo hicimos poniendo el nombre en conchas que recogieron la semana anterior en la playa.

Abrimos el baile con la canción de Up (Married life), la gente se lo pasó en grande gracias a la buena elección del DJ que animó toda la noche con temazos, además habíamos preparado un Cigar Coner para los fumadores y un Candy Bar para los más golosos. 

Aprovechamos que la boda fue en Cádiz para quedarnos allí descansando unos días y disfrutando de la playa y descansando del día tan bonito y tan inolvidable que habíamos pasado.

Más tarde pusimos rumbo al otro lado del mundo, las primeras semanas de casados las pasamos en Moorea, Bora Bora, Sidney y Nueva Zelanda, como los dos somos unos apasionados del esquí, terminamos haciendo unos días de Heli-ski.






















Un beso gigante a todos.


miércoles, 11 de febrero de 2015

Boda Cristina y Álvaro


BODA CRISTINA Y ÁLVARO


Nos conocimos en Bremen un verano…él estaba de vacaciones con sus amigos, y yo con las mías estudiando alemán. Simplemente coincidimos un rato, pero tuve la suerte de volver a encontrármelo  un par de meses después en Madrid una noche…

Después de 4 años y pico de noviazgo, nos casamos un día 1 de junio en la iglesia de su colegio, Nta Sra del Pilar…era su mayor ilusión! 

En cuanto al vestido, tenía claro que quería algo súper sencillo. Pol Nuñez supo captar enseguida lo que estaba buscando…un vestido con mucha caída, en seda, con el escote drapeado y manga corta. Lo acompañé de unas sandalias plateadas, que cambié durante la fiesta por unas cuñas de esparto en color piedra, y un ramo de flores en tonos azules y blancos.

Rebeca Pulido se encargó de maquillarme y peinarme. Quería algo sencillo también, ya que me puse un broche precioso de zafiros y diamantes que me regaló mi suegra.

La celebración se hizo en el Palacio de Aldovea…fue amor a primera vista! Después de ver un par de sitios tuvimos clarísimo que ése era nuestro sitio…
Alguien debió llevar muchos huevos a Sta Clara porque ese día hizo un día estupendo y nos permitió disfrutar del jardín del palacio.

Los meseros eran dibujos de cada uno de los sitios en los que habíamos estado de viaje…

Hicimos replicas de mi ramo para repartirlas entre nuestros amigos y por supuesto, también había ramos para nuestras madres..